iMAXDE

Existen distintas técnicas de colocación de implantes recomendadas en aquellos pacientes a los que les falta hueso en la zona de la dentadura, ya sea en la mandíbula o en el maxilar. Esta pérdida del hueso viene propiciada de forma habitual por la extracción del diente aunque también puede producirse por otras causas como periodontitis, traumatismos, diabetes u osteoporosis.

La información facilitada por los especialistas en implantes dentales y cirugía maxilofaxial del Hospital San Francisco de Asís,  Imaxde, indica que sea como sea, el hueso en estos casos actúa como un organismo funcional que en el momento en el que deja de realizar una de sus tareas habituales como la de masticar, inicia un proceso de reabsorción que desemboca en una paulatina reducción de su tamaño.

Por ello, añaden, es de vital importancia, rehabilitar la boca lo antes posible; antes de que tal atrofia se produzca y sean necesarias técnicas quirúrgicas más complejas.

Cuando esta situación de pérdida de hueso ya se ha instaurado en el paciente es necesario, para poder colocar implantes dentales y reponer así su estética y función masticatoria, llevar a cabo técnicas de regeneración ósea.

Se lleva a cabo una intervención sencilla que implica la restauración de la membrana sinusal o membrana de Schneider, corrigiendo su posición; se despega, se eleva y se rellena posteriormente el espacio libre con un hueso artificial de sustitución. De esta manera, se logra recuperar la altura, la resistencia y la solidez suficientes para que el implante dental se pueda colocar con todas sus garantías.

Este eficaz procedimiento de regeneración ósea, requiere de un periodo de tiempo de maduración posterior a la intervención para que se consolide. Una vez consolidada la estructura, los odontólogos analizan de forma exhaustiva mediante un TAC las medidas del hueso, cerciorándose de que cumplen con los requisitos óptimos para llevar a cabo, ahora sí, el implante correspondiente.