Quiénes Somos

El Hospital San Francisco de Asís está gestionado por el Instituto de las Franciscanas Misioneras de María, fundado por la Beata María de la Pasión en el año 1877. En 1882 el Instituto entra a formar parte de la gran familia franciscana. Está al servicio de la Misión Universal, presente en los cinco continentes. La entrega a la misión se vive en disponibilidad total, por la Iglesia y el mundo. Las Hermanas están al servicio de la vida, dispuestas a ir donde se les envíe para extender la buena noticia de paz, justicia y solidaridad.

Hoy, cerca de 7.000 Franciscanas Misioneras de María de 81 nacionalidades, recorren los caminos de 76 países, a través de los cinco continentes, en más de 800 comunidades, tratando de testimoniar, a través de sus vidas, la espiritualidad y el estilo propios que transmitió su fundadora al Instituto. En el espíritu de Francisco de Asís, vivimos nuestra vocación en medio del mundo, con sencillez y en fraternidad, según el Evangelio, buscando la paz y el bien.Llamadas a franquear las fronteras de la cultura, de la lengua y las creencias, estamos dispuestas a ir a cualquier parte del mundo para anunciar a todos la Buena Nueva del amor de Dios, caminando hacia una solidaridad más auténtica con todos.

Hoy como ayer, las FMM realizamos la Misión Universal bajo formas múltiples: en el campo social, en la educación, en el servicio de la salud, en la pastoral, tanto a través de importantes instituciones como en inserciones en barrios y lugares alejados, con pasión, audacia, riesgo y compromiso por la justicia. Abrimos nuestros ojos y nuestros corazones a nuestras Hermanas, a todos aquellos a quienes somos enviadas, a toda la Creación, conscientes de nuestra responsabilidad en la defensa de nuestra madre Tierra. Nos sentimos llamadas a defender la vida, la justicia y la dignidad humana. Nuestro patrono, San Francisco de Asís, es conocido como el hermano universal, como un hombre de paz y reconciliación, el amante de los pobres y el cantor de la creación.

Pero Francisco de Asís es, ante todo, un verdadero contemplativo, enamorado de Cristo, pobre y crucificado.Francisco nació en Asís (Italia), en el año 1182, en una familia de comerciantes, y llevaba una vida muy acomodada desde su infancia, ayudando a su padre en el negocio familiar de telas. Creyó que su futuro era ser militar, y en su primera batalla en 1202, fue hecho prisionero, y pasó más de un año en la prisión. Durante ese tiempo su salud empeoró y dedicó mucho tiempo a reflexionar.

En 1205 volvió a intentar una aventura militar, pero enseguida volvió a casa, convencido que ese no era su camino. Empezó a relacionarse con leprosos, que antes le habían repelido, y con los pobres, hasta tal punto que vendió lo que tenía para darlo a quienes lo necesitaban. Su padre lo acusó de loco ante el obispo, y ante todos ellos se defendió, devolviéndole a su padre todo lo suyo (su ropa y cuanto llevaba encima) y se fue, desnudo, a vivir según creía que debía hacerlo. Se vistió con la ropa más pobre que encontró, y se dedicó a Dios y al servicio a los demás, viviendo en la más estricta pobreza, de tal modo que nunca aceptó dinero.

En esta época se dedicó también a la reparación de la iglesia de San Damián, la Porciúncula, entre otras. Su ejemplo atrajo a otros jóvenes y, ante la amplitud de su movimiento, se tuvo que plantear fundar una orden religiosa. Fue a Roma, donde su aspecto de pobre no gustó al papa Inocencio III, pero éste, finalmente, viendo su fe y su ejemplo, le permitió que fuera por el mundo predicando y exhortando a la penitencia, y admitió su Orden mendicante de frailes menores que fue un revulsivo para la vida de la Iglesia. El 11 de junio de 1218 el Papa Honorio III firmó el Decreto oficial de aprobación de la Orden. En 1212 se unió a Francisco y sus hermanos la primera mujer, Santa Clara de Asís, con quien fundó la Segunda Orden Franciscana.

La Tercera Orden Franciscana fue fundada por San Francisco de Asís en 1221 que ha originado diferentes ramas laicales de algunas órdenes religiosas católicas.En 1224 Francisco vivió un extenso tiempo de retiro en el monte Alvernia donde recibió los estigmas de la pasión de Jesús. Se agravó el estado de su salud y el problema de sus ojos, sometiéndose por obediencia a cuidados médicos, aunque sin resultados positivos. Casi ciego compone la mayor parte del «Cántico de las Criaturas». La tarde del 3 de Octubre de 1226 muere en Santa María de los Ángeles-Porciúncula (Asís). Tenía apenas 44 años de edad. Dos años después de su muerte fue canonizado por el Papa Gregorio IV.