Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos
Los desplazamientos a zonas turísticas o de playa, largos viajes en coche, altas temperaturas y la exposición al sol   aumentan las posibilidades de contraer el virus y que surjan nuevos rebrotes, de un lado. Por otro, podemos olvidarnos de otras recomendaciones como protegernos del sol.

El botiquín del viajero en tiempos de COVID

Con las vacaciones, los hábitos y las rutinas de los viajeros cambian de forma drástica. Se practican actividades al aire libre y con ello, aumenta la exposición a distintas patologías y enfermedades. Por este motivo, resulta conveniente llevar un pequeño botiquín de viaje.
A la hora de combatir los rebrotes, además del gel hidroalcohólico y las mascarillas, debemos contar con los antitérmicos habituales como el paracetamol, cuidar nuestra hidratación, así como acudir a un profesional sanitario en el momento en el que se detecten síntomas de la patología.

Los farmacéuticos también aconsejan que se incluyan algunos fármacos para afecciones leves. Analgésicos, antiácidos, antihistamínicos, antidiarreicos, suero para rehidratación oral o productos para las picaduras son algunos de los básicos que se deben incluir. Además de esto, podemos añadir material de cura como algodón, gasas, tiritas, vendas o esparadrapo. También solución salina y algún antiséptico para limpiar las heridas. El alcohol nos servirá para desinfectar el material y la piel.

Protección solar, también bajo la mascarilla

Tanto hidratarse como proteger la piel del sol resulta fundamental durante esta época del año. Por eso, el Consejo Geneal del Colegios Oficiales de Farmacéuticos recomienda evitar la exposición solar en las horas centrales del día, recordando una correcta utilización de los fotoprotectores y resaltando la importancia de hidratar bien la piel tras la exposición al sol.
Las mascarillas, de obligado uso en todo el territorio español, no tienen porqué estar elaboradas con materiales que impidan el paso de la radicación solar. Son un producto fabricado para filtrar el aire aunque puedan parecer un protector físico. La recomendación es que siempre se utilice protección solar en la piel cubierta por la mascarilla y que se renueve la aplicación cada pocas horas con el fin de evitar quemaduras o perjuicios más graves
Cabe destacar que los geles hidroalcohólicos son sustancias que deshidratan nuestra piel y que, junto al sol, pueden causar efectos no deseados. Por lo tanto, cobra una gran importancia el hecho de proteger también nuestras manos de la luz solar e hidratarlas con frecuencia para evitar quemaduras o irritaciones.

Tratamiento farmacológicos

Durante las vacaciones el cambio de residencia y hábitos puede poner en peligro el cumplimiento de los tratamientos farmacológicos y, en consecuencia, los objetivos perseguidos y nuestra salud. Con el fin de facilitar un riguroso cumplimiento de los tratamientos se aconseja simplificar la pauta al máximo y, si es posible, hacer coincidir la toma del medicamento con alguna actividad cotidiana (comidas, acostarse, levantarse, etc.). Además, si esto es posible, son aconsejables los medicamentos que permiten una sola administración diaria, ya que la menor frecuencia tiende a mejorar el cumplimiento.

No olvidar los consejos generales frente al COVID

Aunque agosto es el mes vacacional, el coronavirus sigue estando presente en todo el país. De forma general, para reducir el riesgo de exposición a esta patología, hay que recordar que hay que usar mascarilla, mantener la distancia de seguridad y evitar grandes aglomeraciones de gente, tener una buena ventilación de interiores y lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas.

Se debe evitar el contacto directo con personas que presenten tos o estornudos, cubrirse nariz y boca con pañuelos al estornudar o toser y solicitar asistencia médica en el momento en el que se detecten síntomas de infección.

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